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Iliana Ariadna Alcántara Vallejo, apoyo de movilidad para cursar un semestre en el Instituto Tecnoló

Elegí hacer mi movilidad estudiantil en el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) cuyo campus está ubicado en Ciudad Obregón, Sonora. Llegue a dicha ciudad el día 13 de enero aún sin tener un lugar donde vivir, así que después de llegar al aeropuerto me instale en un hotel para dejar las maletas y salir a ver algunas opciones que había visto por internet, llegue por casualidad junto con mi amiga que también se fue de movilidad, a una casa que decía que rentaba un departamento justo enfrente del ITSON, la señora nos dio confianza y allí nos quedamos durante nuestra estadía en Sonora. Días antes de entrar a clases recorrí un poco la ciudad para irme acostumbrando al clima, la gente y conocer los lugares cercanos como la Laguna Nainari.


Llego el primer día de clases, los encargados de movilidad del Instituto citaron a los alumnos que estaríamos de intercambio durante el semestre, fueron: un chico de España, un chico de Chile, tres chicas de Morelos, mi amiga y yo. Con el fin de hablarnos un poco sobre Sonora y de Ciudad Obregón en general: su historia, el clima, la gastronomía; así como del Instituto dándonos un croquis para ubicar cada una de las instalaciones del campus, hablándonos de su misión, visión, logo, etc. Nos obsequiaron una bolsa con dulces típicos de la Ciudad, y otras cosas del Instituto; elegí mi horario de clases y profesores, además de convivir y platicar con los de movilidad.


Me costó mucho trabajo acostumbrarme los primeros días, meses al clima, los primeros días de clase me fui adaptando tanto a las clases como a la escuela y el repentino cambio de horario (son dos horas menos); las instalaciones me agradaron mucho porque los laboratorios están bien equipados y disponibles prácticamente todo el día, la sala de computo tiene capacidad para muchos alumnos, tenían una alberca semi-olímpica y una olímpica, la biblioteca también tiene una buena cantidad de libros que eran de gran utilidad en las materias que tome.

Me pude inscribir a natación como deporte, como antes de ingresar a la universidad practicaba mucho ese deporte, fue increíble para mí que la alberca estuviera en el mismo campus y volver a darme tiempo para ir a nadar, al final del semestre hubo uno competencia amistosa entre todos los grupos de natación, en la cual participe y obtuve el primer y segundo lugar.

También asistía a eventos culturales de música que cada semana se presentaban en la explanada de la escuela, hasta conocí a la “Tuna” del ITSON.

Me di cuenta que al igual que en mi universidad, la mascota del ITSON se llama potros también, lo cual era muy raro, ser potro allá pero no estar en UAEMex.

En la materia de Taller de procesamiento de productos de origen vegetal era 100% laboratorio, me toco hacer equipo con puras chicas con las cuales me lleven bien. Cada semana elaborábamos productos diferentes como: jalea, jugos, mermeladas, melón en almíbar, orejones, leche de almendras, pepinos encurtidos, chiles en escabeche.

Los últimos días del semestre se hizo una presentación de elaboración de algunos productos que aprendimos a realizar durante todo el semestre en la materia, junto con mi equipo presentamos mermelada de piña y jugo de manzana; elaborado con todas las medidas de inocuidad y materia prima de calidad, así como el proceso correcto para su elaboración.

Como en el ITSON es costumbre que cada año la sociedad de alumnos de la licenciatura organice lo que ellos llaman: las jornadas de la carrera, las cuales durante toda una semana personas invitadas ya sea de empresas del sector o bien investigadores asisten a dar conferencias relacionadas con el área de alimentos, se imparten talleres y un rally deportivo para convivencia de todos los alumnos donde al termino de las jornadas se realiza una cena-baile representativa donde se nombra al equipo ganador de rally y se corona a la reina de la licenciatura.

Tuve la suerte de que durante mi estancia allá se llevará a cabo la “Quinta jornada de ciencia y tecnología en alimentos” así que me toco asistir, fue una de las mejores semanas que pase durante mi movilidad, fueron varios ponentes con temas muy interesante relacionados con el tema de cómo aprovechar los subproductos de muchos de los alimentos de consumo diario, los alimentos funcionales enfocados en prevención y tratamiento de enfermedades, las diversas normas que se debe cumplir para garantizar la inocuidad de los productos. Sin embargo una de las conferencias que más me gusto fue la de sobre tendencias en el diseño de alimentos en un futuro puesto que se enfoca en brindarle al consumidor inocuidad, arte en comida, alimentos funcionales, y lo que en Holanda se llama: Food printing.

Otra de las conferencias que me hizo reflexionar mucho sobre el futuro que quiero fue la de Carlos Kasuga, fundador de Yakult quien nos platicó que para ser empresario tienes que caer e intentar una y otra vez, para formar una empresa en Japón se asemeja a enamorarte, embarazarte, criar hasta los 21 años que se reciben utilidades, y principalmente guiarse por valores que hacen ser una persona de calidad: bien ser, bien hacer, bien estar y bien tener. Una de las frases que tengo muy presente desde ese día es la de “Todo lo que hagas, hazlo bien”.

En la misma semana de la Quinta jornada de ciencia y tecnología en alimentos acudí a un taller de elaboración de cerveza artesanal, fue muy interesante y cansado a la vez, ya que lleva un largo proceso para lograr que la bebida fermente. Además se tiene que clarificar varias veces para que no se logre una bebida turbia, es diferente a la comercial pues además de que se puede hacer de sabores (un equipo realizo cerveza natural, otros dos equipos hicieron cerveza de fresa y a mi equipo nos tocó cerveza de chocolate), la cerveza natural tiene un sabor muy diferente a las cervezas de una industrial, los grados de alcohol con los que cuenta son superiores a las comerciales y por ende se puede vender a un precio mayor.

En el taller de elaboración de cerveza artesanal conocí a una investigadora del INIFAP, la cual me invitó al día del agricultor celebrado en dicha institución en el mes de abril. Allí vi como el clima es realmente un factor muy importante en la producción de alimentos, pues los cultivos básicos Sonora son un tanto diferentes de los que se dan aquí, en el Estado de México.

Además tuve la fortuna de recorrer el Valle yaqui, los campos de cultivo más importantes de Ciudad Obregón, pues cuenta con muchas hectáreas donde la mayoría de lo que se cultiva se exporta principalmente al Estados Unidos. Los encargados de movilidad organizaron la llamada Expo Movilidad ITSON, en la cual fui invitada para que los alumnos que estuvieran interesados en hacer un semestre en otra universidad del país o de otro país se animaran contándoles cómo es que estaba allí y hablarles de mi universidad UAEMex. Conviví más con los alumnos de movilidad y conocí otros que habían estado en otras universidades del país.


La encargada de movilidad en el momento en que llegamos era muy atenta, hizo que los meses que estuvo de encargada fueran muy buenos, ya que nos recomendaba lugares donde comer comida típica de Obregón, nos invitaba a los eventos culturales que se realizaban y estaba muy al pendiente de todos para saber si algo nos hacía falta.


Por otro lado también nos invitaron (a lo que estábamos de movilidad) a formar parte de la una expo donde los alumnos de preparatoria conocían las licenciaturas que oferta el ITSON, estuve en el stand de la carrera donde realice mi movilidad platicando con algunos alumnos interesados en estudiar Tecnología en Alimentos.


El ITSON es una de las universidades más importantes del estado, pues además de tener alumnos del mismo estado muchos eran de Sinaloa o de Chihuahua, por lo mismo conocía a personas de los tres estados.


La mayor parte de mis clases me la pasaba en laboratorio lo cual me agradaba mucho me pasaba el tiempo muy rápido elaborando productos de origen vegetal o animal, al realizar varias veces lo mismo con la metodología correcta y las porciones indicadas vas practicando y cada vez te queda mejor el producto.

La materia de desarrollo de nuevos productos, una de mis favoritas porque me impulso a ver hasta donde era capaz de llegar tanto creativamente como a saber que había aprendido hasta estas alturas de la carrera. Tuve que realizar un alimento que no contuviera productos de origen vegetal, que fuera nutritivo y que tuviera un sustento de porque las personas tendrían que consumirlo. Fue el proyecto de mayor peso durante el semestre, me la pasaba en laboratorio haciendo pruebas microbiologías, fisicoquímicas y evaluaciones sensoriales para saber si efectivamente el producto iba a ser aceptado por el consumidor.


Al final del semestre tuve que presentar junto con mi equipo los resultados de todo lo realizado durante el semestre, sobre el producto que habíamos realizado: una tortilla elaborada a base de cáscara de aguacate como aprovechamiento del subproducto del mismo. Hicimos una presentación en stands con el producto empaquetado y etiquetado como si ya fuera a ser comercializado y para degustación de los profesores, alumnos. Donde me di cuenta que todo había salido bien y el esfuerzo había valido la pena.

La última semana de clases fue entrega de trabajos, unas exposiciones y los últimos exámenes para poder terminar el semestre, fue como estar en Toluca final de semestre pero con la pequeña diferencia del clima y de que mis compañeros y amigos no eran los mismos.


Antes de concluir mi estancia en Sonora quise tomar un curso impartido por el responsable del programa, es decir, el coordinador de la licenciatura. Fue un curso sobre la norma ISO 9001-2015 la cual se basa en el sistema con el que debe contar una empresa o institución para la gestión de calidad, además su objetivo es cumplir con el compromiso que tiene con el cliente, en la mejora continua y en la capacidad de la empresa. Con lo cual tengo más bases para poder algún día ser una auditoria de calidad en el área de alimentos.


Conocí personas que se dieron la oportunidad de tratarme y aprender cómo es la vida en el centro del país, que más bien para ellos todo lo que este debajo de su estado es el sur, me compartieron sus costumbres, sus palabras comunes allá, me llevaron a recorrer partes muy bonitas del estado paisajes que no se ven en Toluca ni en ningún otro municipio del estado. Hice buenas amistades que formaran parte de mi vida y de esa aventura.

Fueron muchas tardes de realizar tareas y una que otra desvelada para entregar trabajos, exposiciones o bien estudiar mucho porque por lo menos tenía un examen cada semana; y más difícil cuando no tienes a tu familia y amigos cerca, pero eso precisamente es lo que te hace ser mejor y te ayuda a crecer, tanto académicamente como personalmente.


Una gran experiencia que realmente volvería a vivir porque concuerdo mucho con que la persona que se va no es la misma que la que regresa, ya que siento que después de pasar unos meses lejos de donde he vivido prácticamente toda mi vida veo las cosas de diferente manera, aunque estuve en un parte del mismo país las costumbres, la gente e incluso la comida es distinta, piensan un poco diferente, suelen ser de mente más abierta y liberal, no sé si sea por la influencia que tienen de ser un estado fronterizo y estar cerca de otro país.


Agradezco a la universidad, mi universidad UAEMéx, al DAAEE y a la Fundación UAEMéx por el apoyo para realizar la movilidad y la oportunidad de haber adquirido más conocimientos para mi formación en un futuro profesional, y tener esta grata experiencia personal que sin duda lo volvería a hacer

ILIANA ARIADNA ALCÁNTARA VALLEJO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS

ING. AGRÓNOMO INDUSTRIAL

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